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Conociendo nuestros pies

Nuestros pies tienen forma de bóvedas como las diseñadas por los ingenieros y arquitectos en las construcciones góticas. En diversas bibliografías médicas se nombran bóveda plantar.

El pie tiene forma triangular y está constituida por 3 arcos y 3 puntos de apoyo.

Los puntos de apoyo son:

A) La cabeza del primer metatarsiano,

B) La cabeza del quinto metatarsiano

C) La tuberosidad posterior del calcáneo.

Los 3 arcos se forman entre los 3 puntos antes mencionados. El arco anterior se forma entre las cabezas del primer y el quinto metatarsiano (A y B). El arco externo se ubica entre la cabeza del quinto metatarsiano y la tuberosidad posterior del calcáneo (B y C) mientras que el arco interno se extiende entre la cabeza del primer metatarsiano y la tuberosidad posterior del calcáneo(A y C). Este último es el más largo y alto de los tres y también el más importante. (1

Arco anterior

Es una concavidad poco acentuada, contacta con el suelo a través de partes blandas. Este arco se desploma con frecuencia, es a lo que le llamamos metatarso descendido, lo que da lugar a la formación de callos debajo de las cabezas metatarsianas.

El arco anterior, a la altura de los metatarsianos, es sostenido por el músculo abductor del dedo gordo (dirección transversal). (1)

Arco externo

Este arco está constituido por tres piezas óseas: el quinto metatarsiano, el cuboides y el calcáneo, además, contacta el suelo a través de sus partes blandas. Es mucho más rígido, lo cual se debe a la potencia del ligamento calcaneocuboideo plantar. Los haces profundo y superficial del ligamento impiden el movimiento inferior de las articulaciones calcaneocuboidea y cuboideometatarsiana (en rojo) bajo el peso del cuerpo. (1)

Arco interno

Puntos de apoyo (A y C), incluye cinco piezas óseas: el primer metatarsiano, la primera cuña, el escafoides, (distribuye el peso a los puntos de apoyo), el astrágalo, y el calcáneo.

El arco interno conserva su concavidad gracias a los ligamentos y los músculos que se oponen a las deformaciones prolongadas durante la marcha y la bipedestación. 

Gracias a sus modificaciones de curva y a su elasticidad, la bóveda es capaz de adaptarse a cualquier irregularidad del terreno, a distintos tipos de calzado y transmitir al suelo las fuerzas y el peso del cuerpo en las más diversas condiciones mecánicas. Desempeña papel de amortiguador indispensable para flexibilidad en la marcha. Las alteraciones que pueden acentuar o disminuir sus curvas repercuten gravemente en el apoyo de nuestros pies en el suelo e incluso en toda la postura de nuestro cuerpo. Algunas de las más comunes son el pie plano, el metatarso descendido y el pie cabo, de las cuales hablaremos en próximos artículos. 

Routine Checkups is an important part of children health.

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